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¿Cuáles son los tipos de alopecia que existen?

Caso de alopecia areata en mujer

La alopecia no es igual para todos, y conocer sus tipos es el primer paso para entender cómo tratarla. Mientras que en algunas personas la pérdida de cabello ocurre poco a poco, en otros casos puede ser repentina y afectar no solo el cuero cabelludo, sino también cejas, pestañas o barba.

Identificar el tipo de alopecia permite determinar el tratamiento más adecuado y aumentar las posibilidades de recuperar la densidad capilar. A continuación, veremos cada uno de ellos.

Alopecia androgénica

La alopecia androgénica, también conocida como alopecia androgenética o calvicie común, es el tipo más frecuente de pérdida de pelo y está relacionada con factores genéticos y hormonales.

Causas

  • Genética: si en la familia hay antecedentes de calvicie, hay más probabilidades de desarrollarla. Sin embargo, cada persona puede experimentarla de forma diferente, con variaciones en la edad de aparición y el patrón de caída.
  • Hormonas: los folículos pilosos son más sensibles a la dihidrotestosterona (DHT), una hormona que, con el tiempo, debilita el cabello hasta volverlo cada vez más fino, corto y frágil, hasta que deja de crecer.
  • Envejecimiento: con el paso de los años, los folículos pilosos se vuelven más sensibles a la DHT, lo que acelera el proceso de debilitamiento y pérdida del cabello.

Síntomas

  • En los hombres, suele empezar con las clásicas «entradas» y pérdida de densidad en la coronilla, avanzando progresivamente hasta dejar la parte superior con menos cabello, mientras los laterales y la nuca se mantienen.
  • En las mujeres, el cabello se afina de manera difusa en la parte superior de la cabeza, la raya se ensancha y el volumen disminuye poco a poco, sin llegar a generar zonas completamente calvas.

Alopecia areata

La alopecia areata es una condición autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca los folículos pilosos por error, interrumpiendo el crecimiento del cabello y provocando su caída en zonas específicas. Puede aparecer de forma repentina en cualquier etapa de la vida y evolucionar de diferentes maneras, afectando desde pequeñas áreas hasta una pérdida más extensa del vello corporal.

Causas

  • Respuesta autoinmune: el cuerpo identifica erróneamente los folículos como una amenaza y los ataca.
  • Genética: tener familiares con alopecia areata o enfermedades autoinmunes puede aumentar el riesgo.
  • Estrés o factores emocionales: si bien no es la causa directa, puede actuar como un desencadenante o agravar su evolución.

Síntomas

  • Pérdida repentina de cabello en parches redondos u ovalados, principalmente en el cuero cabelludo, cejas o barba.
  • Presencia de cabellos finos y debilitados en los bordes de las áreas afectadas, conocidos como «pelos en signo de exclamación».
  • En algunos casos, la alopecia puede extenderse y provocar una mayor pérdida capilar con el tiempo.

Alopecia cicatricial

La alopecia cicatricial es un tipo de pérdida de cabello donde este no se cae por un ciclo natural, sino porque los folículos han sido reemplazados por tejido cicatricial. Y cuando esto sucede, el cabello ya no puede volver a crecer en esas zonas.

Causas

  • Enfermedades inflamatorias: condiciones como el liquen plano pilar o el lupus discoide pueden atacar directamente al folículo capilar, dejándolo inactivo de forma permanente.
  • Infecciones graves: ciertas bacterias u hongos pueden dañar profundamente el cuero cabelludo, afectando de manera irreversible los folículos.

Lesiones físicas: quemaduras, traumatismos fuertes o incluso tratamientos como la radioterapia pueden dejar cicatrices en el cuero cabelludo, impidiendo el crecimiento del cabello en esas zonas.

Síntomas

  • Áreas sin cabello donde la piel se ve lisa, sin poros visibles.
  • Enrojecimiento, inflamación o descamación en etapas tempranas.
  • Ardor o picazón en el cuero cabelludo, especialmente antes de que aparezca la cicatriz.

Alopecia difusa

Con la alopecia difusa el cabello empieza a caerse más de lo habitual, sin embargo, no hay zonas completamente calvas, pero sí menos volumen y un pelo más fino y débil. Este tipo de caída afecta de manera uniforme todo el cuero cabelludo.

Causas

  • Estrés crónico: uno de los grandes responsables que altera el ciclo natural de crecimiento del cabello, haciendo que se caiga antes de tiempo.
  • Déficit de nutrientes: cuando al cuerpo le falta hierro, zinc o vitaminas del grupo B, el cabello se ve afectado.
  • Trastornos hormonales o enfermedades: desequilibrios como el hipotiroidismo pueden frenar el crecimiento del cabello.
  • Medicamentos específicos: algunos tratamientos médicos generan una caída temporal del cabello como efecto secundario.

Síntomas

  • Notas una caída más abundante al lavarte o peinarte.
  • Tu pelo tiene menos volumen, pero no ves zonas completamente calvas.
  • Sensación de menor densidad en el cabello.

Alopecia frontal fibrosante

La alopecia frontal fibrosante afecta principalmente a mujeres, sobre todo después de la menopausia, y se manifiesta con el retroceso de la línea del cabello, especialmente en la frente y las sienes.

Causas

  • Respuesta autoinmune: el cuerpo comienza a atacar por error los folículos, generando inflamación y cicatrices.
  • Cambios hormonales: la disminución de estrógenos en la etapa posmenopáusica pueden influir en su aparición.
  • Factores genéticos: tener antecedentes familiares con alopecia frontal fibrosante puede aumentar el riesgo.

Síntomas

  • Retroceso visible de la línea del cabello, especialmente en la zona frontal.
  • Adelgazamiento del cabello en las sienes y pérdida de cejas.
  • Enrojecimiento o inflamación en los folículos de la zona afectada.
Caso de alopecia en hombre

Alopecia traumática o por tracción

La alopecia traumática es una caída progresiva que se da cuando el cabello está sometido a una tensión constante. Con el tiempo, esa presión debilita los folículos capilares hasta que el pelo empieza a desprenderse.

Causas

  • Peinados muy ajustados: trenzas, colas de caballo o moños tirantes pueden dañar el folículo si se usan con demasiada frecuencia o por períodos prolongados.
  • Extensiones de cabello: su uso continuo genera un peso extra que el cabello natural no siempre puede soportar.
  • Tricotilomanía: es un hábito involuntario donde la persona tira o arranca su propio cabello, afectando directamente la raíz.

Síntomas

  • Caída localizada en las zonas que más se tensan.
  • Enrojecimiento, dolor o sensibilidad al tocar el cuero cabelludo.
  • Si la tensión continúa en el tiempo, el daño puede llegar a ser irreversible.

Alopecia total y universal

La alopecia total y la alopecia universal son las variantes más avanzadas de la alopecia areata. En el primer caso, la pérdida afecta todo el cuero cabelludo y en el segundo, desaparece también el vello facial y corporal.

Causas

  • Enfermedad autoinmune: el sistema inmunológico comienza a atacar por error todos los folículos pilosos, lo que impide que el cabello crezca.
  • Factores genéticos: algunas personas tienen una predisposición hereditaria que aumenta las probabilidades de desarrollar este clase de alopecia.
  • Factores ambientales: situaciones de estrés intenso, infecciones o incluso cambios hormonales pueden actuar como desencadenantes en personas predispuestas.

Síntomas

  • Caída total del cabello en la cabeza.
  • Ausencia de cejas, pestañas y vello corporal.
  • En algunos casos, el cabello no vuelve a crecer sin tratamiento.

Efluvio telógeno

El efluvio telógeno es una condición reversible, donde una gran cantidad de folículos entran en fase de reposo al mismo tiempo, lo que provoca una caída más abundante de lo normal.

Causas

  • Estrés físico intenso: situaciones como fiebre alta, infecciones o enfermedades pueden impactar directamente en el ciclo capilar.
  • Cambios hormonales: el postparto, la menopausia o incluso dejar de tomar anticonceptivos pueden desencadenar esta caída.
  • Déficit nutricional o dietas muy restrictivas: cuando al cuerpo le faltan nutrientes esenciales, el cabello es uno de los primeros en notarlo.

Síntomas

  • Caída generalizada del cabello en todo el cuero cabelludo.
  • El pelo se desprende con facilidad al lavarlo o cepillarlo.
  • En la mayoría de los casos, la recuperación comienza en un período de 3 a 6 meses, si se trata la causa de fondo.

¿Cómo se diagnostica el tipo de alopecia?

Cuando experimentas una caída de cabello que no te resulta normal y quieres saber si tienes alopecia, el primer paso es buscar un diagnóstico claro y profesional. Este incluye:

  • Historia clínica: se revisan los antecedentes familiares, tus hábitos capilares, el estilo de vida que llevas y cualquier situación reciente que pueda haber sido un desencadenante.
  • Examen físico: se observa el cuero cabelludo en detalle y cómo se distribuye la caída del cabello.
  • Prueba de tracción: se hace un tirón suave del cabello para ver cuántos cabellos se desprenden y en qué fase del ciclo capilar se encuentran.
  • Tricoscopia: con un dermatoscopio, se evalúa los folículos en profundidad para detectar signos de debilitamiento, inflamación u otros cambios.
  • Análisis de sangre: ayuda a identificar deficiencias nutricionales, desequilibrios hormonales o condiciones autoinmunes que puedan estar afectando al cabello.
  • Biopsia capilar: en algunos casos, se toma una pequeña muestra del cuero cabelludo para analizarla con microscopía, especialmente si sospechamos una alopecia cicatricial o si el diagnóstico no es claro.

Con toda esta información, se puede determinar con precisión qué clase de alopecia estás atravesando y diseñar un tratamiento capilar personalizado que se ajuste a tus necesidades y objetivos.

¿Qué tratamientos existen para los diferentes tipos de alopecia?

El tratamiento ideal para la caída del cabello depende del tipo de alopecia y, sobre todo, de su causa:

  • Alopecia androgenética: se utilizan lociones como el minoxidil para estimular el crecimiento y medicamentos que ayudan a frenar la acción hormonal que afecta a los folículos. Cuando la pérdida es más avanzada, el trasplante de cabello ofrece la posibilidad de recuperar parte de la densidad y la confianza personal.
  • Alopecia cicatricial: el tratamiento comienza por detener el avance de la inflamación que impide el crecimiento del cabello. Una vez que el cuero cabelludo se estabiliza, es posible considerar alternativas para mejorar la cobertura y devolver armonía a la imagen.
  • Alopecia areata: se aplican productos que ayudan a calmar la respuesta del sistema inmunológico. En algunos casos, se utilizan terapias más profundas que buscan reactivar el crecimiento. Aunque el proceso puede ser incierto, existen opciones que permiten recuperar parte del cabello.
  • Alopecia difusa y efluvio telógeno: el foco está en tratar aquello que originó la caída: puede ser un periodo de estrés, un cambio hormonal o una dieta deficiente. Al corregir la causa y fortalecer el cabello con productos adecuados, es posible recuperar volumen con el tiempo.
  • Alopecia por tracción: lo más importante es liberar al cabello de la tensión constante. Al abandonar ciertos peinados o hábitos y aplicar tratamientos revitalizantes, se pueden ver mejoras si el daño aún no es permanente.
  • Alopecia total y universal: se trabajan con terapias que buscan regular el sistema inmunológico y estimular el crecimiento desde cero. Aunque la recuperación no siempre es rápida, hay tratamientos que brindan esperanza y acompañan el proceso.

No todos los cabellos caen por las mismas razones, por eso no existe un solo camino. Encontrar el tratamiento que realmente se adapte a lo que necesita cada cuero cabelludo puede marcar la diferencia.

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